Los ingresos del régimen del IVM de la CCSS no son suficientes para mantener sus beneficios en el futuro

Una verdad incómoda, muy incómoda, es que los ingresos que recibe el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) no son suficientes para garantizar que pueda mantener sus beneficios en el futuro.

Esto es realmente preocupante, ya que estamos hablando del principal régimen de pensiones del país, al cual cotizan la inmensa mayoría de trabajadores costarricenses no-privilegiados.

¿Cómo se llegó a esta situación? Marielos Alfaro Murillo, miembro de la Junta Directiva de la CCSS, nos lo explicó en términos muy sencillos e irrefutables. Durante muchos años, los beneficios que ha pagado la CCSS desde el IVM han sido, aproximadamente, del doble del monto para el cual se cotizó.

De acuerdo con cálculos de expertos actuariales y la experiencia de regímenes de pensión bien administrados en el ámbito internacional, existe un consenso alrededor de que el monto que se recibe de pensión, después de recibir aportes durante la vida laboral, invertir esos recursos y deducir los gastos de administración, deberían guardar una relación de 1 a 3. En otras palabras, con aportes de un 10% del salario debería recibir una pensión de un 30% del salario.

Es insostenible, por lo tanto, que con aportes totales al IVM–tomando en consideración los aportes de los trabajadores, patrones y el Estado–de aproximadamente el 10% del salario se paguen pensiones equivalentes a un 60% del salario o más. Para poder aspirar a una pensión de un 60% del salario, aplicando la regla de 1 a 3, se debería aportar un 20% del salario mensual.

Durante los últimos años se han aprobado una serie de reformas al IVM de la CCSS, que, de acuerdo con las últimas estimaciones, contribuirán a la sostenibilidad del régimen del IVM al menos hasta el 2050, una extensión de 15 años adicionales a la suficiencia de la reserva a partir del año 2037.

Estas reformas incluyen un cronograma de incrementos en los aportes de trabajadores, patronos y el Estado para llevarlos a un total de un 12,16% en enero del 2029. También, más recientemente, se aprobaron cambios que eliminan la posibilidad de retiro anticipado para hombres, quienes tendrán que esperar a los 65 años, y se aumentó la edad para el retiro anticipado para las mujeres, al pasar de los 60 a los 63 años, quienes, además, deben cumplir con la condición de tener 405 cuotas aprobadas al momento de la solicitud. 

Otra reforma guarda relación con el cálculo del beneficio básico del cotizante, para el cual se utilizará el Salario Promedio de Referencia (SPR), considerando el promedio de los mejores 300 salarios reportados (25 años) de toda la carrera laboral, traídos a valor actual.  Finalmente, se aprobó otro cambio para que la cuantía adicional, de un 1% adicional por cada año laborado, se contabilice a partir de los 25 años, en lugar de los 20 años.

A pesar de las reformas que mejoran la sostenibilidad del régimen del IVM, todavía los beneficios que otorga no se corresponden con los aportes que recibe. Por lo tanto, o se identifican fuentes de ingreso adicionales o, necesariamente, se requerirán otras reformas para reducir, todavía más, sus beneficios. Simplemente, es imposible continuar haciendo chocolate sin cacao.


Para mayor discusión, ver “Reformas al IVM de la CCSS”, con Marielos Alfaro [VIDEO]