¿Cómo construir riqueza personal ante un panorama de incertidumbre?

Tal vez la reciente pandemia nos obligó a redescubrir el concepto de riqueza personal. Si bien, el dinero sigue siendo un instrumento útil para realizar los objetivos de vida, los tiempos recientes han hecho evidente la importancia de incorporar otros  ´activos´ como la salud física y mental, el tiempo libre, el crecimiento personal y el fortalecimiento de las relaciones humanas, en un concepto más amplio de riqueza personal.

Unido a esto, crear riqueza en la actualidad, y en períodos de crisis e incertidumbre, suele ser más complejo. Estudiar, conseguir trabajo y vivir por debajo de sus posibilidades, en principio, es lo que permitía invertir y crear riqueza familiar, para la gran mayoría de las personas.

Sin embargo, dos años de pandemia, que vinieron a sumarse a factores que se venían visualizando anteriormente, tales como los cambios estructurales en la industria y en los mercados de trabajo, desajustes macroeconómicos, los efectos y riesgos ambientales, y ante la expectativa de aumentos en la inflación y el tipo de cambio, así como las implicaciones en las cadenas de suministro y la guerra en Ucrania, hacen que debamos tomar en cuenta algunas consideraciones adicionales. Adaptar los sabios consejos de generaciones anteriores e incorporar nuevas posibilidades, puede resultar interesante.

En este escenario, definitivamente, hay algunas variables que podemos controlar y otras que no, pero ante éstas últimas podemos tomar acciones de forma defensiva e incorporarlas en la ecuación financiera, de alguna forma.

Un buen inicio es revisar nuestros patrones de gasto conforme a cada situación personal. Podemos, en muchos rubros de gasto, hacer ajustes, mayores o menores, y alinearlos con nuestros objetivos de vida. Usar la deuda de una manera constructiva, puede ayudarnos, de lo contrario nos estará obstaculizando y complicando la vida financiera y personal. No asumir riesgos en temas como descalzar la moneda en que nos endeudamos versus la moneda de nuestros principales ingresos, entre otros.

Generar hábitos de ahorro, aunque sea con montos mínimos, nos permite construir riqueza y diversificar ingresos. En la actualidad, esto se puede lograr de manera muy fácil y automatizada. La tecnología de hoy permite acceso a instrumentos financieros muy diversos y para diferentes objetivos, con montos relativamente pequeños, antes accesibles sólo para grandes presupuestos. Si usted está considerando la posibilidad de inversión en instrumentos alternativos, infórmese y sea prudente. Póngase límites. Ojalá en nuestro presupuesto destinemos también alguna donación a una causa que nos sea importante.

Para los que pudieran estar en una situación de deuda que se salió fuera de control, es importante identificar todas las deudas, calcular el monto total de cuotas versus el ingreso y monto adeudado a activos, así como la información de tasas de interés y plazos de los préstamos. Esto nos dará un indicador más claro de qué tan grave es el problema. Temporalmente, puede dedicar el mayor porcentaje posible al pago de deudas.

Es un buen momento para analizar y reestructurar los gastos. En caso de ser posible, se puede pagar más del monto mínimo, primero para salir de la deuda más pequeña y más cara. El monto adicional al capital reduce intereses a pagar y disminuye las cuotas futuras. Al cancelar la deuda más pequeña y con mayor tasa de interés, se libera dinero disponible o flujo de caja y se utiliza para el pago mensual de una segunda deuda. Así sucesivamente. Cuando esa segunda deuda se logre eliminar, seguir pagando las otras deudas con la misma cantidad y asignar el mayor monto posible a la que menos balance tenga, hasta quedar sin deudas.

En algunos casos, puede ser recomendable buscar opciones para consolidar la deuda de todas las tarjetas de crédito y otras deudas, en un solo crédito personal a tasas más bajas y un mayor plazo. Esto permite ordenarse con una sola deuda y aumentar el dinero disponible para cubrir otras necesidades.

Analice las posibilidades de incrementar ingresos familiares. Considere la alternativa de vender activos para pagar deudas. De fundamental importancia para que este proceso sea exitoso: conforme se logre tener un mayor flujo de caja con estas acciones, no asumir más deudas. De lo contrario estaremos en una situación más compleja que al inicio del proceso.

Por otra parte, para administrar el riesgo e incertidumbre, puede evaluar el tema de seguros, con un especialista, y analizar cuáles pueden ser necesarios reforzar o agregar, en cada caso particular.

En general, podemos entonces tomar decisiones financieras más saludables en el tema de ingresos y gastos, ahorro e inversiones y gestión de riesgos. Podemos adquirir mejores conocimientos en gestión financiera, en general, y en tantos otros temas que se relacionan a nuestra vida personal. Acudir a un asesor o terapia financiera, puede ser una buena idea, en algunos casos.

La pandemia también nos forzó a aprovechar las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías en cuanto a flexibilidad laboral, y, en ese sentido, temas como reubicación de la habitación a zonas que se adapten más a la logística familiar, combinadas con opciones de teletrabajo, empiezan a ser más frecuentes. Todavía tenemos mucho que aprender como personas y como país, pero hemos logrado algunos avances. 

Finalmente, cada día es más evidente la necesidad de una educación permanente como la mejor inversión y el mejor antídoto ante cambios, nuevos mercados y retos. Puede que sea uno de los gastos más productivos y más satisfactorios que pueda incluir en su presupuesto personal.

Ojalá que logremos tomar consciencia para que nuestras finanzas den más sentido a nuestra vida, para lograr hacer lo que nos apasiona y con la gente que queremos.

Cristina de Téramond Peralta

Fundadora de KRONOS – Sincronía & Finanzas

c: [email protected]